miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tratame bien

Actúo. Sé por qué lo hago. Sé para qué lo hago. Sin embargo, uno no deja de sentirse raro en el medio del camino. De sentir esas ganas de mirar atrás y replantearse tantas cosas.
Estos días, de mucho trabajo han sido días felices también. Porque los resultados que he ido obteniendo son buenos. Y, como de costumbre, superan los objetivos que me había planteado a mi mismo.
Pero, este post se escribe por algo ¿no? Y bueno, eso es ese sentimiento de falta de plenitud que me persigue y me angustia. Es decir, hay momentos en que deseo con fervientes ganas decirme a mí mismo: Tenés 17 años, has llegado más lejos de lo que imaginaste y no puedes negar que has participado de la realidad de tu pueblo. Y ahí sigues, creyendote tonto e inutil.
Y así me sigo considerando. De nada vale para mí todo lo que he hecho si aún sigo recibiendo esas bofetadas de maltrato constante.
Es decir: Amo a quienes considero mis amigos, trato de interesarme por sus problemas, cumplo con lo que prometo y jamás los he dejado "plantados". Sin embargo, ¿por que les cuesta tanto tratarme bien? No hablo de quererme ni nada de eso. Hablo del trato que merezco como persona.

Por eso, hoy siento en el banquillo de los acusados a todos quienes quiero y los culpo a todos ellos de mi falta de autoestima. Porque hoy, quiero hacerme valer un poquitin más :D


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