domingo, 30 de septiembre de 2012

Apuntes para mover un elefante (VII): Militantes de la vida



Una de las preguntas que ha recorrido estos apuntes es qué nos mueve a habitar el mundo, a seguir teniendo esperanzas y actuar en el. Quizás nos sirva ver un momento que le sirvió a otros para habitarle. Por ejemplo, los griegos antiguos.
Los griegos tenían una concepción muy especial de la existencia. Ellos creían que a cada persona le tocaba una Moira: Una parte o porción de la existencia. Un Destino que ni dioses ni hombres podían torcer. Entonces, eran conscientes de la finitud de su existencia. Y ahí está la pregunta. Sí sabían que su vida acabaría cuando y cómo su fragmento de existencia les indicaba, ¿para qué vivir? ¿cómo vivir? ¿Para qué legarnos la Filosofía, fundar una cultura y un modo de ser?
Bueno, pues hay una sola respuesta que se asoma como posible. Y es bastante interesante: Los griegos eran unos militantes de la vida.
En las siguientes palabras, nosotros por nuestra parte, nos dedicaremos a tratar de buscar cómo se puede militar la vida en los rincones de Paraná.



Los lunes y los viernes por la noche en un Quincho que nos prestan los chicos del Sindicato de Comercio, donde se lleva a cabo la cena y las actividades que proponemos”, me comenta Valeria. Esponja en mano, para terminar de limpiar la heladera que han recibido, Valeria y Soledad me cuentan algunas cosas sobre el Voluntariado Casa Solidaria. Estamos en un edificio en la naciente calle Carbo.
En el Grupo de Facebook en el cual me enteré de su proyecto, y de la jornada de limpieza que ese sábado me servía de excusa para visitarles, se nos cuenta: El Equipo de Voluntarios es un INSTRUMENTO OPERATIVO que crea el dispositivo "Casa Solidaria para personas en situacdión de calle" o también denominado "Dispositivo de Inclusión Social y Restitución de Derechos", con la idea de promover una RED INSTITUCIONAL Y COMUNITARIA que funcione como sostén y colaboración en el cumplimiento de los objetivos de inclusión social, contención psicosocial y restitución de derechos de dicho dispositivo. El mismo esta conformado por estudiantes de diferentes carreras (Terapia Ocupacional, Literatura, Psicología, Psicología Social, etc) y demás personas que de manera independiente se han ido sumando al proyecto "Casa Solidaria". El cual ha nacido por iniciativa del equipo de cátedra de Psicología Social con Orientación Comunitaria, de la carrera Lic. en Psicología (FHAYCS - UADER).”
Aquí ya hay dos o tres cosas que es necesario que nosotros, empecinados en mover un elefante, apuntemos. Por un lado lo maravilloso que es poder conectar Universidad y mundo en tanto ha sido un proyecto nacido desde la Psicología Social. Por otro, la constante de una nueva visión de ‘lo solidario’. Donde el acto solidario no es entendido como asistencialismo sino como una restitución de derechos. Parece que en algunas cuestiones, vamos mejorando de a poquito.
“La Agrupación del Cenador Manolo –donde trabajan estos voluntarios- viene desde hace muchos años.” En ese Cenador comen personas que se encuentran en Situación de Calle (¿Será lo suficientemente explicita la expresión Situación de Calle” cómo para hacernos sentir algo de ese frío que deben sentir esas personas?). “Esa gente antes comía en la calle, hasta que se consiguió este espacio.  A partir de ahí se trata, al menos, de dar esa cena bajo techo. Y ahora estamos tratando de incorporar a esas cenas este espacio de Casa Solidaria”.
Este Espacio, me dice mientras señala la amplia sala en que nos encontramos. Hacia atrás unas personas doblan ropa que será destinada a un ropero comunitario.  El lugar en cuestión lo han recibido hace unas semanas en carácter de préstamo o alquiler. Se me repita que se piensa este lugar como “un espacio que de lugar a que surgan varias cosas”. La idea es trabajar en Red, alejarnos de la fragmentación que nos impone el sistema, y conectarse con otras instituciones y por ende con otras personas.
¿Qué lleva a las personas a mover su voluntad? (Esta pregunta me encanta, hacetela todos los días y descubrí como vos mismo podes moverte) “En mi caso, yo estudié Terapia Ocupacional y desde el comienzo de la carrera me volqué más al ámbito comunitario. Simplemente por pensar que cada uno desde el punto que ocupe, la situación que tenga, la carrera o lo que haga, como ciudadano, también puede colaborar a  que las injusticias sociales mermen y bueno, confiar en que algo puede llegar a ofrecer cada uno” comenta Valeria. Soledad, estudiante de Psicología, encuentra como Valeria una orientación en el ámbito comunitario: “Creo que es una cuestión de ética. Poder aportar lo que uno pueda.”
Corriéndose del asistencialismo, los integrantes de Casa Solidaria proponen y juegan. Y como es imposible no tejer lazos ante estas experiencias ya iremos desandando caminos literarios por esos lados.
Creo que estas experiencias merecen ser contadas. Existen aunque no tengan quien las narre. Y son quizás la prueba de que podemos hacer algo para mover el elefante. Ser Solidario se puede convertir fácilmente en un cliché y un discurso bien intencionado nomás. Pero si aceptamos este tipo de experiencias como una Militancia de la vida, entenderemos su profunda dimensión política.
Y sí, estoy pesado con lo de politizar las cosas. Pero seguiré siendo terco en ese punto. Lo hablábamos en el Plenario de Barriletes, necesitamos entender nuestro quehacer político como sujetos. Tratar de mover un elefante es una cuestión política.
A veces, esa militancia puede ser mucho más clara y luminosa si se hace un sábado a la siesta doblando ropa despaciosamente en uno de los tantos rincones solidarios de esta ciudad.

para Barriletes
Octubre 2012

-Poema 9-

una tarde te encontrarás
escuchando la canción de cuna de los piojos
que una vez un vago te dedicó

-esa que dice quiero que duermas como un sol
que se acuesta en un campo de trigo-

mientras que en otra pestaña
buscas un vídeo porno bueno
entonces te darás cuenta
de que te han robado

(te has robado o te han robado,
no importa
lo único que sabes es que no hay nada
donde debería haber algo)

domingo, 23 de septiembre de 2012

Ser y estar en poesía



Un cielo negro, negro
caen hojas sin color.
Alguien muy bueno las pinta.


Mi corazón es un loquito.
Mi corazión es un trabieso.
Mi corazón es un colorido.
Mi corazón es un juguetón.
Mi corazón es un peligro.
Yo soy la primera luna dormida.
Yo soy el pájaros pintor.
Yo soy el atardecer de los colores.
Yo soy la flor con el color
maraviyoso de los colores de una flor maravillosa.
Yo soy el sol amarillo
pero bien amarillo.
Soy el color de los colores.
Textos producidos en el Taller La Ventana,
de la Escuela N° 8 DE-19° de Villa Soldati, Buenos Aires.





La poesía no se encuentra. A la poesía se entra. Sí, se entra. Se entra como si uno se sumergiera en el mar, como si uno pisara arena descalzo. Se entra en poesía porque la poesía es un territorio. Porque cada territorio implica un tiempo y un espacio. Y la poesía es otro tiempo y otro espacio. Porque cada territorio tiene fronteras. Ya la poesía es una frontera, indómita, indomable, indecible pero frontera al fin. Porque cada territorio nos hace sentir dentro de ese territorio. Y estar en poesía es algo que se siente.
¿Demasiado poético? Lo poético no puede definirse desde otro lugar que no sea la poesía misma.
Para entrar en poesía, aviso, no hay senderos, no hay carriles seguros. No hay camino que no sea el instinto por tratar de entrar en 'esos otros mundos' que están, obviamente, en este. Lo cual implica una fe en la existencia de otros mundos en este. Aquí nuestro pirmer compromiso: La fe en lo poético.
Lo poético como un territorio al cual se puede ingresar, y desde él estar. Por tanto, lo poético es una forma de estar en el mundo. ¿Qué viene a ser 'lo poético'? Esa será una de nuestras primeras preguntas con respuesta incierta. Veamos qué dice una escritoria infantil, poeta y estudiosa de estos temas, Laura Devetach: “Me gusta referirme a uno de los aspectos de lo poético como el ejercicio de la libertad de lenguaje para expresar nuestras cosas: las que sabemos, las que sentimos, las que no sabemos, las que sentimos y no tienen palabras para ser explicadas. (…) Siempre los poetas hablaron del “desorden de los sentidos”, es decir, encontrar nuevas dimensiones para penetrar la realidad. Neruda toca la realidad con los ojos, escucha el mar con la piel. La disponibilidad para percbir o expresarse a través de cualquier arte reside quizás en ser o estar sensible, o sea, en poder dejar libres a los sentidos para que cumplan sus funciones de descubridores del mundo. Pero no solamente para procesar datos por la vía racional y práctica, sino a través de la emotividad.”
Recurramos a una escritora para verlo más claramente. Clarice Lispector nos cuenta en El juego de pensar, incluido en “Revelación de un mundo”:

Una vez por ejemplo -en el tiempo en que mandabamos a lavar la ropa afuera- estaba yo haciendo la lista. Tal cez por el hábito de poner títutlo o por unas súbitas ganas de tener un cuaderno prolijo como en la escuela, escribí: lista de... Y fue en ese instante cuando aparecieron las ganas de no ser seria. Es ésta la primera señal del animus brincandi, en materia de pensar- como hobby. Y escribí aguda: lista de sentimientos. Lo que quise decir con esto tuve que dejarlo para más adelante -señal de que estaba en el camino correcto y no me afligía por no entender; la actitud debe ser: no se pierde por esperar, no se pierde por no entender.
Entonces empecé una listita de sentimientos de los cuales no sé el nombre. Si recbio un regalo hecho con cariño por una persona que no quiero -¿como se llama lo que siento?. La falta que se siente por una persona que ya no queremos, ese dolor y ese rencor -¿como se llaman?. Estar ocupada -y de pronto detenerme por haber sido invadida por una súbita indolencia dulcificadora y venturosa, como si una luz de milagro hubiese entrado en la sala: ¿cómo se llama lo que he sentido?

No reprimir ni desdeñar este tipo de 'sucesos' es lo que nos permite tener una disponibilidad respecto a lo poético. Graciela Montes dirá que estar cerca de la infancia siempre mantiene abierta esa disponibilidad poética puesto que lo poético es natural de la niñez. Sobre ello volveremos luego seguramente, puesto que la relación de Niñez y Literatura es ineludible al hablar de Mediación de lectura.
Mientras tanto estamos en la busqueda de nuestro equipaje poético.
Así que allí vamos. Buscar lo poético dentro del mundo. ¿Qué es lo más cercano a nosotros que tenemos del mundo? Pues, nosotros mismos. Y este será nuestro primer paso: Buscar los elementos poéticos dentro de nosotros. Ver qué otros seres habitan en nosotros.
Buscar nuestro equipaje poético implica ver con qué elementos poéticos hemos llegado a este momento, a esta biblioteca, a este taller, a este grupo. Seguramente, lo primer que uno piensa es que no posee elementos de este tipo. Agradezcamos pues que esa afirmación sea una equivocación.
Todos poseemos enormes textotecas internas. Donde circulan, se afirman, nos habitan, reprimimos, defendemos, echamos, ponemos sobre la mesa, textos, palabras, frases y más aún sensaciones. El lenguaje es caracteristico de lo humano. Y siempre los humanos hemos querido domarlo. El lenguaje, indomable, se las ha arreglado a través del tiempo para seguir siendo inescrutable. Veamos un ejemplo de esa capacidad indomable del lenguaje. Montes cuenta una anécdota:

“Tenía once años. Escuela de monjas. Me castigan por hablar en clase, o por reírme, o por no respetar algún retiro espiritual (la verdad, no recuerdo el motivo). La penitencia consiste en ir al refectorio (nombre ominoso, incomprensible para mí en esos tiempos, que vinculaba vagamente con “perfectorio” y por lo tanto con las imperfecciones y las culpas). Me aburría. Me aburría infinitamente; la tarde se mne hacía inmóvil, inacabable. Me daban permiso para tener un libro en la mano y yo elegí el diccionario. Sin salir de mi rincón de penitencia, busqué mis dos palabras: “culo” y “teta”. No me interesbaa el artículo en realidad, lo que quería era ver escritos “teta” y “culo” ahí en medio del “perfectorio”. Las leía una y otra vez con cuidado y una vaga sonrisa. Me daba cuenta que esas letras así ordenadas, en esa breve secuencia, bastaban para hacer temblar las tapas del diccionario, forradas en papel de araña azul, con etiqueta, para alterar el ritmo de los pasos que resonaban por el pasillo del convento, para que tamblaeara el refectorio todo, mi tirste texto aburrido, la penitencia. Eran, en esa oscuridad, palabras violentas y destellantes, y yo me sonreía en secreto y en silencio.”

Afortunadamente, la lectura y la escritura son zonas en las que no se puede transitar sobre seguro. El lenguaje sigue ahí, tan indomable como de costumbre, y nunca se sabe qué sucederá cuando se comienza a leer. Por eso, cada acercamiento a lo poético tiene algo de Zona liberada. Algo de peligoroso. Y por lo tanto, algo de sospecha. La lectura, sin instituciones que la quieran amoldar a sus medidas, es liberadora de lo humano.
Volviendo a nuestros puntos de partida, tenemos por un lado un territorio, y una búsqueda.
Solo buscando lo poético podremos entrar en ese territorio y desde allí construir un puente -La mediación de lectura no es otra cosa sino esto- para que el otro también lo cruce.
Como no podemos darle al otro lo que no tenemos, nos dedicaremos a buscar lo poético en nosotros mismos durante este tiempo. Y desde allí, propondremos acercamientos a través de la mediación de lectura.

 Apunte para el Primer encuentro de Mediacion de Lectura (Octubre 2012)
Biblioteca Esos Otros Mundos - Barriletes

sábado, 22 de septiembre de 2012

Apuntes para mover un elefante (VI): generación



siento envidia de los lector que aún no han nacido
que leerá mis poemas
ya no estaré

alejandra pizarnik, diarios

Encontré un poema viejo. Llevaba esas palabras de Alejandra sobre sí. En él decía –o alguien decía, o algo me hacía decir- que todo parece irreal. Y aún me parece sano afirmar eso. Me parece que es una muestra de la mas sublime cordura (o locura, todo es relativo) afirmar la irrealidad del mundo de vez en cuando. El problema es que somos jóvenes. Y la juventud quizás sea el deseo de que algo exista. De que algo sea real.
Y el viejo poema culmina sosteniendo que algo somos: Somos aquellos lectores no nacidos para los que Pizarnik escribió. Ahora que lo encontré entre papeles viejos, sonreí y supe que debía escribir sobre eso este mes.
Es raro, pero en el momento en que escribí aquello me sentía solo -con esa soledad que solo la adolescencia sabe profundizar- y sin embargo escribí somos. En plural. Como si algo, algún instinto propio de mí como humano, me llevara a ese plural. Como si realmente en aquello que realmente, adentro y adentro, somos estuviese esa pluralidad, ese ser colectivo. Por eso, ¿cómo no escribir sobre nosotros como generación?
Escribir -por ejemplo- que cada vez que escribo ‘nosotros’ en estas paginas, me siento autor de un crimen. Como si transgrediera una norma que tacita e irreversible nos obligara a estar fragmentados. A ser solo gente separada, desconocidos y punto. 
Y eso es grave, porque técnicamente debe ser apuntando en estas hojas –que para eso están- que una sola persona no moverá ningún elefante.
Encontrarnos como generación es complicado. Individualismo, y todo eso de por medio. Sin embargo, aún podemos hacer actos de resistencia. Ser criminales del nosotros un rato. Abrirnos espacio en las grietas que se abren. Y más verbos: Gritar. Militar. Jugar. Resistir.
Al respecto de eso estuvimos hablando con una amiga. Queremos hacer un grupo en la Biblioteca de Barriletes. Queremos darnos piedra libre para jugar, atrevernos. Así que estas invitado, a llenar espacios de contenido, a crear espacios.
Para que así podemos como generación encontrarnos. Sentirnos. Así podremos mover un poco este elefante.
Somos jóvenes. Lo digo, lo escribo, porque eso me da esperanza. Somos una generación, ¿dormida? ¿distraída? ¿despierta? No sé.
La juventud está perdida nos dicen. Y bueno, todo es relativo. Depende de cuál crea cada uno que es el camino.
Estos apuntes parecen pasos perdidos. Que lo parezcan, mientras sean pasos. Pasos que por cierto, cambiaran un poco de forma ahora.
Hasta aquí con algunos apuntes, agarraremos algún que otro sendero distinto.
Acá estamos tratando de pensar la política desde otro lado. Estas páginas tratan de hablar sobre política y juventud. Y si no están siendo eso, digo nuevamente, que me chiflen.
Mientras tanto, la juventud se cansó de ser futuro y comenzó a ser presente.

para Barriletes
Septiembre 2012


domingo, 16 de septiembre de 2012

Todos somos Aquiles alguna vez...

(...) Aquiles rompió en copioso llanto al verlos alejarse; 
se alejó él también de sus compañeros  y fue a sentarse a la orilla del mar; 
clavó sus miradas en el piélago inmenso  y extendió los brazos para invocar a su madre...

La Iliada - Canto I, La peste y la cólera


miércoles, 12 de septiembre de 2012

El cielo y las alas. A propósito de la creación de un Frente en la FHuC



Y es que ayudando a cumplir el sueño del Espanta, 
los pájaros también soñaron.

Liliana Bodoc, Espanta y Pájaros

En el Taller, con los chicos en Seguí, hemos adquirido una buena costumbre este último tiempo. Cada semana, cerramos o abrimos nuestro Taller con un cuento. Es el momento del Taller donde todos nos encontramos siendo uno –en la ronda que formamos para oír -, donde participamos, en una comunión silenciosa, de una misma actividad. Todos estamos, en fin, oyendo las mismas palabras en el mismo momento.
Por eso, cada lectura termina siendo un momento intimo del grupo. Algo de lo que somos cómplices, algo que nos une.
Este viernes cerramos el Taller, luego de dos horas de hermoso trabajo, con un cuento de Liliana Bodoc. Y son palabras de este cuento las que quiero compartir con ustedes.
Espanta y Pájaros, cuenta, con esa hermosa poética de la infancia, la historia del sueño de un Espanta. Ya que, como nos advierte pronto el relato, igual que todos los que estamos vivos, los Espanta sueñan. Y el Espanta, que habitaba en el maizal, detrás de la loma, tenía su propio sueño.
Y el sueño de este Espanta era sencillo, pero parecía imposible para él cumplirlo con sus raíces atadas a la tierra. Durante años había escuchado el ruido que el arroyo, cerca del campo. Más silbado en otoño, más desordenado en primavera. De tanto escuchar aquel sonido, había crecido en él el sueño de verlo.
El Espanta estaba viejo, y la temporada de tormentas se acercaba. Los pájaros del campo, no querían ver morir al Espanta sin su sueño cumplido.
En su preocupación, al gorrión se le ocurrió que podrían sacarlo de la tierra y llevarlo hasta la vera del arroyo. Para que al fin, muriera cumpliendo su sueño. Una lechuza de allí cerca no tardó en exclamar que eso era un disparate. El proyecto del gorrión requería convocar a todos los pájaros del campo. Ya que entre ellos solos no podrían alzar en vuelo el Espanta. Mientras, una alondra guardaba silencio a un costado. Hasta que por fin habló:
-Aunque sea un disparate –dijo la alondra-, te ayudaré a convocar a todos los pájaros del campo. Cruzaremos el cielo de ida y vuelta. Al fin y al cabo, para eso están el cielo y las alas.


Para eso están el cielo y las alas.  Hasta ahora, siguen retumbando en mí esas palabras del gorrión. A esas palabras recurro ahora que trato de pensar en la necesidad de encontrarnos políticamente dentro de la universidad. Jaula, refugio, ribera, mar o cielo, La literatura ha significado siempre en mi vida algo más que un hecho estético.  Hace grietas, hincha y vuelve más amplios los significados del mundo que conocemos y nos da nuevos sentidos. Construye, desde el vacío, sentido, significado, mundo.
Por eso no puedo evitar ir hasta ella para pensar hoy. Hoy, que me pongo aquí a pensar sobre la construcción de un Frente por parte de un grupo de estudiantes.
Pensando desde el lugar en que el cuento como lector me colocó, creo que la mejor manera de comenzar a entender este deseo de construir una nueva forma de hacer política en nuestra Facultad  es tratar de imaginar cuales son nuestras alas y nuestro cielo.
Debemos, como los pájaros, encontrarnos en el sueño compartido. Animarnos al disparate, y la aparentemente imposible tarea de reunir todos los pájaros del campo. Aunque, para ello, debamos atravesar el cielo de ida y de vuelta.
El punto es que, sabiendo que es necesario atravesar el cielo de ida y de vuelta para reunir a todos los pájaros, ¿tendremos la misma convicción que la alondra de que para eso están el cielo y las alas?
Las formas del quehacer político en nuestra Facultad nos ciegan cada día. Nos acortan la mirada sobre el mundo, impulsándonos al habito de elegir representantes de vez en cuando, de hacer un poco de ruido aquí o allá según intereses de agrupaciones que a su vez representan intereses partidarios y que pocas veces nacen desde el estudiantado o en defensa de este. Nos ciegan al compromiso sincero, a la participación real o a la voluntad transformadora. Así, algo ciegos por esta rutina, de aparente democracia universitaria, nos parece imposible reunirnos, encontrarnos y hacer. Más allá de las etiquetas de las agrupaciones (Entendiendo que estas etiquetas son también una trampa para fragmentarnos). Más allá de la casilla de nuestro Centro de Estudiantes. Más allá del Cartel. Más allá de la mesita. ¿Cómo ir más allá? Bueno, se supone que si esto es un discurso político debemos dar una manera de ir más allá. Pero, resulta ser que este no es un discurso hecho, sino la invitación a construir un discurso.
Es la invitación a construir un discurso que evidencia esa necesidad de nuevas formas de hacer política en nuestra Facultad.
Debemos, necesariamente, alargar la mirada lo suficiente como para sentar las bases de una nueva forma de hacer política dentro de nuestra Facultad. O acaso, ¿la Asamblea de Bio no nos señala ese camino? ¿Acaso Pandora no nos muestra cuán necesario es construir caminos de ese tipo? Sentar estas bases implica entendernos también como sujetos políticos. Y comprender esa dimensión es afirmar, como la alondra, que para eso tenemos el cielo y las alas.
El cielo que nuestra juventud, nuestros deseos, nuestras esperanzas, nos brinda. Las alas que como estudiantes poseemos para ello. Ser conscientes de cuanto podemos hacer como Estudiantes. Pertenecemos al pequeño porcentaje de personas que pueden acceder a la Universidad en nuestro país –y en el mundo. Lo cual es injusto, pero está siendo así. Entonces, éticamente es repugnante que como estudiantes nos demos el lujo de no hacer nada más que cursar. Debemos atrevernos a estudiar con todo nuestro cuerpo, con todos nuestros sentidos.

Aquí lo importante no es que vayamos a conformar un Frente entre una agrupación y un conjunto de estudiantes independientes. Lo esencial es que nos vamos a encontrar en los sueños del otro, y necesariamente en el otro. Parecerá tonto pensar la política desde los sueños. Bueno, que así lo parezca. ¿De qué otra forma nos humanizaremos sino es soñando? Soñando con el trabajo mancomunado con instituciones de la ciudad, con Grupos de Trabajo Barrial que generen conocimiento para nuestra Facultad y produzcan un contundente ida y vuelta que conecte la Facultad con la realidad, con actividades de promoción de lectura, con Talleres en la Facultad, con Debates, con Grupos de Estudio, ayudando a Asociaciones Civiles, apoyando y dando lugar a una Cultura de los Estudiantes, creando y produciendo conocimiento, buscando las formas más horizontales de poder. Soñando con debates políticos dentro de la Facultad sobre el afuera tan olvidado.Soñando con una Facultad donde podamos pensarnos en colectivo, donde nadie se caiga porque nadie lo deja caer. Soñando con una Facultad más humana.
Soñando.

domingo, 9 de septiembre de 2012

-Poema 8-

-esto -se le cortaba la voz -esto queda entre nosotros, por supuesto
quiso hacer una afirmación
pero fue una pregunta

tenía una suave barba rubia
en su mentón
era tersa

me bajé del auto
-y cómo no quería pensar en nada-
camino a casa
tan solo
organice las líneas de este escrito
pensando
tan solo
que

algunos saben vivir y esas cosas
mientras
el resto
tan solo
hacemos poesía

jueves, 6 de septiembre de 2012

¡Que raro!



¿Qué pasa si al salir de tu casa te encontrás con un pulpo rosado gigantesco, casi Kraken? Esta pregunta nos plantea un escritor paranaense en un libro que “apunta a ser raro”
Los cuentos nos inquietan. Nos hace siempre pensar en que, al fin y al cabo, la vida no es tan familiar como parecía. Debe ser en gran medida esa capacidad de desfamiliarizan lo cotidiano que tiene la Literatura lo que hace que siempre sus resortes funciones. Es decir, que siempre nos siga inquietando, haciéndonos preguntas, quitándonos el sueño.
Se trata del segundo libro de Kosiak: Sentido Raro.  Sobre su autor, se puede llegar a una unanimidad con el adjetivo Multifacético para definir en parte a este fotógrafo, profesor y escritor. Alguien que con el tiempo se ha ganado la categoría de personaje de la cultura paranaense; y que, tras hacerse en 2010 con el Primer premio de la Categoría Proyectos Literarios del Fondo para las Culturas, las Artes y las Ciencias(por parte de la Secretaría de Cultura de Pná) publicó su segundo libro Sentido Raro.
Construido alrededor de veintiocho cuentos que oscilan entre la microficción, el relato breve y el relato más extenso.Ilustrado genialmente, “todo apunta a que el lector tenga un libro raro en sus manos”. Además la rareza de este libro se refuerza por la edición que Supervisión Libros Únicos hizo.

Consultado por el tema de estas ficciones, Fernando señala: “Tanto este libro como el primero, Soy tu monstruo, son compilaciones de cuentos que había escrito sin una unidad temática. Mientras que el anterior atendía a los monstruos éste busca poner el foco en lo raro, ya sea desde la estructura o desde la temática o los personajes. Por eso cada uno de estos cuentos se acerca a lo raro desde alguna de estos lados: por la forma o por el contenido son raros.”
De esta manera, en el libro conviven cuentos escritos años atrás y otros agregados después cuando lo raro se volvió tema del libro.

El próximo 15 de noviembre presenta su tercer libro Tuit.



Raro (Por Fernando Kosiak)

I
El chorro con gafas me apunta. Tiemblo.

II
El dueño de la imprenta me extiende las resmas. Su remera dice “No a las papeleras”. Pago. Me voy.


para el Suplemento de la Biblioteca Popular del Paraná
Septiembre 2012
La Ilustración pertenece a Mana Kei. 

martes, 4 de septiembre de 2012

Gritos e Islas / Dos poemas Cristina Villanueva

Ceguera
Entrelazar los dedos,
besarse,
hablar del amor
(como si la imagen fuese una sola)
para separarme del mundo.
¿Ignoras todavía que no soy una mujer,
sino muchas mujeres,
en busca de otros tantos hombres?
De Isla e interior (Septiembre de 1967)


Habitación
Estaba abandonado el desnudo de tu piel
en la oscuridad de este refugio que he levantado
sin los muebles familiares,
ni portarretratos.
Un lugar para mirar la noche boca arriba.
Una noche sin orillas,
por sobre los edificios,
en la llanura donde pacen lentas vacas amarillas.
Donde se pueda tender una escalera de telarañas
y llegar hasta los animales blancos de la lluvia
que aguardan con la boca abierta las terrazas.
Esta es mi trinchera de barcos de papel,
donde mis armas son las letras y recortes de figuras
en forma de pájaros.
Y no espero un lugar donde la muerte me encuentre acompañada.
Ni amueblar una casa para los ajenos.
Sólo quiero un rincón donde comer una galleta
y un retablo pequeño, donde quepan dos cuerpos.
De Poemas para el grito (Septiembre de 1967)

Ilustración:
Tristan Tzara
L'Antitête. Le Désespéranto, 1949

de Joan Miró


sábado, 1 de septiembre de 2012

Los Cuerpos de Delegados, Los Cuerpos Colectivos

En el proceso de reforma del Estatuto del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, corre riesgo de ser eliminada la figura del Cuerpo de Delegados de nuestra vida estudiantil universitaria.

¿Qué importancia tiene que exista un Cuerpo de Delegados? ¿Cómo actúa un Delegado dentro de la estructura de un gremio, por ejemplo? ¿Qué sentido político tiene defender la existencia de un Cuerpo de Delegados en nuestra Facultad?

 A comienzos del año pasado, conocí a una Delegada de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Maestra jardinera, Araceli se había acercado al Gremio cuando estaba cursando una Licenciatura en Ciencias de la Educación en Parana. Esta maestra de mi pueblo, Seguí, comenzó entonces a introducirse en los debates que hacen a la vida gremial. Debates en los cuales fue tomando posturas.
Le pareció entonces que el espacio gremial puede funcionar como espacio de encuentro, de construcción colectiva de poder. Más aún tratándose de trabajadores de la educación.
Por ello se convirtió en Delegada de su escuela, la Escuela Primaria pública de nuestra localidad. La conocía en ese camino. Desde allí hemos caminado algunos pasos juntos. Encontré en ese caminar un trabajo compartido, y la inquietud de visibilizar debates, problemáticas y desafíos que hacen a la Educación en nuestro pueblo. Ambos tomamos una postura militante ante el gremio, y trabajamos en pos de ello.
Actualmente, hacemos juntos un Taller, y planificamos actividades en camino a la creación de un espacio gremial en nuestro pueblo.
Cuento esto porque creo en la figura del delegado, y este texto tratará de ser un breve inventario de las razones por las que así lo considero.


El delegado, aquella figura gremial...
La tarea del delegado -advierte algún "Manual del delegado" por ahí- es una de las tareas quizás más comprometida, estimulante y exigente. Tres aspectos de una tarea que parecen no corresponder con las funciones que imaginamos un Delegado posee.
Sin embargo, podría decirse sin temor a equivocarnos que el Delegado representa la base de una estructura gremial, y, más aún, de la democracia de esa estructura gremial. En gran medida porque es la representación directa de sus compañeros. Trabaja junto a ellos, vive las mismas vicisitudes que estos y, en fin, es quien está presente día a día. Más importante aún resulta el hecho de que sus compañeros depositen confianza en él para cumplir esta tarea. El delegado, en el Gremio, se vuelve un representante -por tanto, líder-, un promotor, un educador, un protagonista de mediaciones, conflictos y soluciones.
Ser Delegado comprende entonces un compromiso ético para con los demás trabajadores. Implicando así la conciencia que ese grupo tiene en tanto Trabajadores organizados. El Delegado es la figura visible de esta toma de conciencia, y, por ello mismo, se hace ineludible la dimensión política del rol que ocupa.
Entonces, ¿el Delegado es un Militante? Todo depende, creo, de lo que entendamos por Militante. El Delegado es en sí mismo un Militante de los derechos de sus compañeros. Ha asumido ante ellos un compromiso, una convicción con respecto a la tarea que desempeñará. El Delegado así, como un militante gremial, se convierte en un eslabón que fortalece y democratiza la vida gremial. Para ello, los delegados reciben en cada gremio capacitaciones, promueven iniciativas, conforman asambleas y elevan proyectos.
El Delegado no es entonces solo un mediador de conflictos o alguien que acerca los beneficios del Gremio o del Sindicato.

La gente de ATEN  Nequen sostiene en su Modulo de Formación referido a esta figura: "No creemos que los problemas de los trabajadores estatales (y  no estatales) puedan resolverse “delegando” en otros nuestra representación sino generando una organización amplia, participativa y profundamente democrática, protagonizada POR TODOS LOS TRABAJADORES. De ahí que nuestra tarea como delegados se base fundamentalmente en multiplicar la participación de todos y organizarla."

Los cuerpos de delegados en la Universidad:
Mendoza, Año 1969, plena Dictadura de Ongania. El 29 de mayo de ese año, cientos de estudiantes habían sido reprimidos con gasees, en la primer jornada de represión de una violencia hacia los estudiantes que no se detendría. Para febrero del ´71, los estudiantes a nivel nacional manifestaban su repudio al "limitacionismo" en el ingreso a la Universidad. Se puede mencionar que en medio de estos acontecimientos nacionales, en Cordoba el Consejo Académico eliminó examen de ingreso implemento el año anterior. Obteniendo por todo resultado su inmediata intervención.
Los estudiantes comenzaban a pensarse como Movimiento.
La década del '70 estaba comenzando, y los estudiantes comenzaban a politizarse. Entonces, surge el cuerpo de delegados.
Entendemos el contexto de los '70 como una instancia profunda de la vida política universitaria y sumamente complejo. Por ello no recurriríamos a este contexto en este texto de no ser por la relevancia que el Cuerpo de Delegados nacido en Cuyo tuvo en la politización del Movimiento estudiantil.
Un cuerpo de delegados que sería luego modelo para la propia UBA. Y con el surgimiento del Cuerpo de delegados, surgía el amplio debate sobre cómo debía organizarse el Movimiento estudiantil. Los estudiantes, a través del cuerpo de delegados opinaban y eso hizo posible el debate.

Conclusiones y preguntas
En realidad podríamos a hablar mucho sobre la figura del Delegado. Sin embargo lo que nos convoca aquí es el debate que se ha generado -¿se ha generado o ha sido solo una discusión a puertas cerradas?- en torno a nuestro Estatuto. Los Cuerpos de Delegados, como hemos observado, cumplen una función imprescindible para la democratización de nuestra Universidad. Pero no es ese el único o más importante motivo por el cual debamos defenderlos. Los delegados asumen una dimensión politica dentro de la Universidad. Porque queremos ser actores políticos de nuestra Universidad, ¿no?
Al fin y al cabo la discusión sigue siendo si queremos un Centro de Estudiantes politizado en el que poder debatir, proyectar, discutir y ver cómo nos organizaremos como Movimiento Estudiantil o si queremos que siga siendo el sitio donde preguntar dónde queda el Departamento de Letras.
Personalmente, provengo de la Militancia gremial y creo sinceramente que la estructura gremial, con sus defectos y desaciertos, nos da una ejemplar lección de democracia y horizontalidad. Es esa estructura la que me permite a mí estudiante actuar dentro del gremio, formar parte de su vida y la que permite que junto a la Delegada en la Escuela Pública de mi pueblo podamos construir espacios gremiales que fortalezcan la democracia de nuestro pueblo y la Escuela Pública. La existencia de una Secretaria Gremial en nuestra Facultad nos debería permitir pensar estas cuestiones, y abrir debate en torno a ellas.
Como estudiantes debemos preguntarnos hacia donde vamos. Y para ello aquí les digo de donde vengo. Y del lugar del que vengo, el Delegado es la figura mas horizontal que conozco.