Una de las
preguntas que ha recorrido estos apuntes es qué nos mueve a habitar el mundo, a
seguir teniendo esperanzas y actuar en el. Quizás nos sirva ver un momento que
le sirvió a otros para habitarle. Por ejemplo, los griegos antiguos.
Los griegos
tenían una concepción muy especial de la existencia. Ellos creían que a cada
persona le tocaba una Moira: Una
parte o porción de la existencia. Un Destino que ni dioses ni hombres podían torcer.
Entonces, eran conscientes de la finitud de su existencia. Y ahí está la
pregunta. Sí sabían que su vida acabaría cuando y cómo su fragmento de
existencia les indicaba, ¿para qué vivir? ¿cómo vivir? ¿Para qué legarnos la
Filosofía, fundar una cultura y un modo de ser?
Bueno, pues
hay una sola respuesta que se asoma como posible. Y es bastante interesante:
Los griegos eran unos militantes de la vida.
En las
siguientes palabras, nosotros por nuestra parte, nos dedicaremos a tratar de
buscar cómo se puede militar la vida en los rincones de Paraná.
“Los
lunes y los viernes por la noche en un Quincho que nos prestan los chicos del
Sindicato de Comercio, donde se lleva a cabo la cena y las actividades que
proponemos”, me comenta
Valeria. Esponja en mano, para terminar de limpiar la heladera que han
recibido, Valeria y Soledad me cuentan algunas cosas sobre el Voluntariado Casa
Solidaria. Estamos en un edificio en la naciente calle Carbo.
En el Grupo
de Facebook en el cual me enteré de su proyecto, y de la jornada de limpieza
que ese sábado me servía de excusa para visitarles, se nos cuenta: El Equipo de Voluntarios es un INSTRUMENTO OPERATIVO que crea el dispositivo "Casa Solidaria para personas en situacdión de calle" o también denominado "Dispositivo de Inclusión
Social y Restitución de Derechos", con la idea de promover una RED
INSTITUCIONAL Y COMUNITARIA que funcione como sostén y colaboración en el
cumplimiento de los objetivos de inclusión social, contención psicosocial y
restitución de derechos de dicho dispositivo. El mismo esta conformado por
estudiantes de diferentes carreras (Terapia Ocupacional, Literatura,
Psicología, Psicología Social, etc) y demás personas que de manera
independiente se han ido sumando al proyecto "Casa Solidaria". El
cual ha nacido por iniciativa del equipo de cátedra de Psicología Social con
Orientación Comunitaria, de la carrera Lic. en Psicología (FHAYCS - UADER).”
Aquí
ya hay dos o tres cosas que es necesario que nosotros, empecinados en mover un
elefante, apuntemos. Por un lado lo maravilloso que es poder conectar
Universidad y mundo en tanto ha sido un proyecto nacido desde la Psicología
Social. Por otro, la constante de una nueva visión de ‘lo solidario’. Donde el
acto solidario no es entendido como asistencialismo sino como una restitución
de derechos. Parece que en algunas cuestiones, vamos mejorando de a poquito.
“La Agrupación del
Cenador Manolo –donde trabajan estos voluntarios-
viene desde hace muchos años.” En ese Cenador comen personas que se
encuentran en Situación de Calle (¿Será lo suficientemente explicita la
expresión “Situación de Calle” cómo
para hacernos sentir algo de ese frío que deben sentir esas personas?). “Esa gente antes comía en la calle, hasta
que se consiguió este espacio. A partir
de ahí se trata, al menos, de dar esa cena bajo techo. Y ahora estamos tratando
de incorporar a esas cenas este espacio de Casa Solidaria”.
Este
Espacio, me dice mientras señala la amplia sala en que nos encontramos. Hacia
atrás unas personas doblan ropa que será destinada a un ropero comunitario. El lugar en cuestión lo han recibido hace unas
semanas en carácter de préstamo o alquiler. Se me repita que se piensa este
lugar como “un espacio que de lugar a que
surgan varias cosas”. La idea es trabajar en Red, alejarnos de la
fragmentación que nos impone el sistema, y conectarse con otras instituciones y
por ende con otras personas.
¿Qué
lleva a las personas a mover su voluntad? (Esta pregunta me encanta, hacetela
todos los días y descubrí como vos mismo podes moverte) “En mi caso, yo estudié Terapia Ocupacional y desde el comienzo de la
carrera me volqué más al ámbito comunitario. Simplemente por pensar que cada
uno desde el punto que ocupe, la situación que tenga, la carrera o lo que haga,
como ciudadano, también puede colaborar a que
las injusticias sociales mermen y bueno, confiar en que algo puede llegar a
ofrecer cada uno” comenta Valeria. Soledad, estudiante de Psicología,
encuentra como Valeria una orientación en el ámbito comunitario: “Creo que es una cuestión de ética. Poder
aportar lo que uno pueda.”
Corriéndose
del asistencialismo, los integrantes de Casa Solidaria proponen y juegan. Y
como es imposible no tejer lazos ante estas experiencias ya iremos desandando
caminos literarios por esos lados.
Creo
que estas experiencias merecen ser contadas. Existen aunque no tengan quien las
narre. Y son quizás la prueba de que podemos hacer algo para mover el elefante.
Ser Solidario se puede convertir fácilmente en un cliché y un discurso bien
intencionado nomás. Pero si aceptamos este tipo de experiencias como una
Militancia de la vida, entenderemos su profunda dimensión política.
Y sí,
estoy pesado con lo de politizar las cosas. Pero seguiré siendo terco en ese
punto. Lo hablábamos en el Plenario de Barriletes, necesitamos entender nuestro
quehacer político como sujetos. Tratar de mover un elefante es una cuestión
política.
A
veces, esa militancia puede ser mucho más clara y luminosa si se hace un sábado
a la siesta doblando ropa despaciosamente en uno de los tantos rincones
solidarios de esta ciudad.
para Barriletes
Octubre 2012