miércoles, 17 de octubre de 2012

Pájaros y niños

Desde marzo de este año se realiza en la localidad de Seguí el Taller Literario Infantil "Pájaros en la cabeza" en el marco de la lucha gremial llevada a cabo por los docentes de Agmer Paraná y Paraná campaña. Aquí la crónica de una experiencia de pájaros y niños. 

Contar un taller es difícil  Las cosas que suceden en el tiempo y espacio que se inauguran en un Taller, son difíciles de transmitir porque implican sensaciones y fronteras innombrables. Fronteras indómitas, dirá Graciela Montes -a quien no puedo dejar de nombrar en esto-.  




Los por qué 
El Taller empezó a principios de año, cuando la Filial de Agmer Crespo pasó a ser Agmer Crespo-Seguí. Por primera vez nuestra localidad participaba de esta instancia gremial. Y eso nos parecía importante a quienes estamos cercanos al gremio. Pero sabíamos que la política gremial estaba destinada a ser un bicho raro en Seguí. Lo es, puesto que en nuestro pueblo, como en muchos pueblos del interior provincial, la política se hegemoniza bajo caudillismos arcaicos e inútiles. De esta manera, acercar las palabras Escuela y Política siempre parece algo aberrante. En este contexto, desde tiempo antes estábamos tratando de abrir una grieta en el quehacer político y pedagógico seguiense. En ese intento me la encontré a Araceli. Como se debe encontrar a todo militante, me la encontré en el hacer.  Y como corresponde a los buenos amigos, proyectamos juntos Fue entonces que decidimos comenzar un Taller literario infantil.
¿Por qué un Taller? Porque creemos en expandir los limites de lo que entendemos por pedagogía, porque tenemos Fe en que las instancias informales de educación y encuentro contagien nuestras practicas formales y nos enseñen a vivirlas libremente.
¿Por qué niños? Hay que volver  a la niñez. Siempre y de todas las formas posibles. Donde sea que este la niñez, en la escuela, en la calle o en la villa, la niñez siempre es sanadora y nos reconcilia con el mundo y las esperanzas sobre él. Es posible creer, desde la experiencia, que solo volviendo a la niñez a cada momento salvamos nuestro equipaje poético.
Y digo desde la experiencia ya que el Taller Literario infantil que vamos haciendo en Seguí nos produce a cada momentos -en tanto que docentes como Araceli y que estudiantes como yo- saberes. 
¿Por qué Literatura? Porque la Literatura es una practica de la libertad. Siempre he creído que su más inmenso poder radica en su capacidad de construir mundos y significados desde el vacío. 
Y ante todo, porque no es inocente. Como tampoco lo somos nosotros al dar este Taller. Quiero que esto quede claro: No hacemos el Taller como un 'servicio' que Agmer Crespo-Seguí ofrece a los niños ni como una actividad para 'decir que hacemos algo' o para 'captar afiliados'. No. Lo hacemos porque creemos que la Literatura ayuda a la construcción de la subjetividad de los sujetos, nos da la voz para pensarnos en el mundo. Tomar la palabra nos da poder. Y en este marco, dar el Taller es para nosotros una practica política y un hecho de militancia. Como militantes rojinegros damos el Taller.

Días de taller
El Taller es libre y gratuito. Abierto a todos los chicos de la comunidad, más allá de ser o no hijos de afiliados al gremio. Se brinda en las instalaciones de un Centro de Jubilados local.
Los chicos corren la invitación boca a boca. Y cuando caen al Taller se trato de ponerlos en contacto con el Arte. Nuestro eje es la Literatura (y las practicas que se desarrollan alrededor de ella: lectura, escritura, interpretación). 
Es la variedad de nuestro grupo lo que nos obliga a hacer un esfuerzo para crear las actividades.
En ese contexto creamos un libro artesanal a partir del relato Una luna junto a la laguna de Adela Bach. Allí en alguna tarde soleada leímos poemas de Elsa Bonermann. O una tarde de invierno leímos a Gustavo Roldán. En la ronda, en el espacio donde este último viernes discutimos qué es ser colonizados, donde todo sucede. Es en los días de Taller, en los pequeños espacios, donde suceden las cosas importantes. Es cuando los niños toman la hoja y crean un cuento a partir de un sueño. Cuando creamos un Cuento colectivo, o jugamos al Huevo podrido pero de Cuentos. 
Así el Taller ha ganado un lugar en el pueblo. Un espacio poético para los niños de nuestro pueblo. Por eso  no quiero contar las actividades que hacemos o haremos. Hay proyectos, sí. Pero siempre es más importante, más ahora que estoy escribiendo para otros docentes y estudiantes, contar por qué hacemos lo que hacemos. Chusmear el placer que sentimos de hacer este Taller. Y, ya que estamos de confidencia, les paso para cerrar una frase de Juanele en sus Notas Autobiograficas que bien viene al caso:

"La poesía no pertenece a nadie o es de todos. De aquí que debamos hacer todo lo posible para crear las condiciones necesarias para que todos la sientan, para que todos puedan vivirla en todos los momentos, como que todos los momentos tienen su ritmo. Lo que significa colaborar con la transformación del mundo, en el cambio de la vida"

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