"Nadie ha podido saber, ni
se sabrá jamás, en qué momento de la noche un alma cede y se allana el
tránsito. Eso no lo han podido averiguar ni los más ilustres llevadores de
almas."
J. J. Manauta, El llevador de almas
En El llevador de almas, se nos cuenta la historia de Jacobino Almarza
quien ha venido a llevarse el alma de Farello. En ese párrafo que está arriba
de esta nota, allí, se resume con maestría el momento de la noche en que el
alma de Farello pasó de la tumba a la bolsa de Jacobino.
Como lectores, no podíamos hayar
otras palabras para dar sentido último a la muerte en la madrugada de Juan José
Manauta. Este 24 de abril, –¿en qué
momento de la noche?-, murió a sus 94 años en el Sanatorio Colegiales de Buenos
Aires donde vivía hace tiempo. Ha sido velado en la Biblioteca Nacional y sus
cenizas serán esparcidas en el río Gualeguay.
Yo solo quiero escribir para decir
unas pocas cosas. No voy a nombrar sus
libros de cuentos ni sus reconocimientos. Creo que eso se puede googlear fácil.
Quiero sólo contar mi experiencia de lectura con Manauta.
Lo primero que me parece importante
decir es que no me encontré con Manauta en la escuela. En realidad, no leí
jamás un autor entrerriano en la secundaria. Sus Cuentos completos editados por la UNER en 2006 –y que pronto serán
reeditados- cayeron a mis manos, como su nombre, por casualidad. Llegaron en un
momento de mi vida como lector que aún
no ha acabado. Desde que me encontré con Manauta, Mastronardi, Juanele,
Calveyra, Zelarayan, he sentido un vértigo que ha hecho en que todo este tiempo
no pueda detener su lectura. La razón de mi fascinación es básica: Yo no sabía
que era entrerriano hasta que me lo contaron. Jamás me he sentido tan
entrerriano como en estas lecturas. Y en ese proceso la lectura este gualeyo ha
sido de capital importancia. No puedo entonces hacer menos que preguntar, ¿por
qué me, nos, lo escondieron? No sólo a él, sino a tantos. Por qué ese
ocultamiento.
Quizás llamar a la generación de
Manauta -aquella mítica gente que fue joven, genial y amiga al mismo tiempo-
Generación dorada sea dejarnos caer en una trampa. Porque con ese rótulo de
dorado hemos cerrado su lectura. ¿Cómo vamos a hacer que los chicos puedan
entrar a Manauta hoy? Es necesario volver a abrir sus cuentos, sus novelas. Es
necesario, urgente diría, que todos los entrerrianos podamos imaginarnos que
hay pasando Nogoyá, al Sur…
Porque quienes lo hemos leído volvemos
con la mirada cambiada. Yo tengo 19 años. Y jamás supe querer la ciudad en que
nació mi abuela, Gualeguay, hasta que leí los Cuentos para Doña Dolorida de Manauta del ’61. Entonces le
preguntaba a mi abuela, libro en mano, si sé acordaba cómo era ese lugar, si
ese apellido era inventado…Para mí, que fui pocas veces a Gualeguay, esa ciudad
no existe sino que ha sido construida de nuevo. Y esa es la clave, yo jamás
sentí nada especial por esta provincia hasta que no me encontré con esos
libros. Yo no quería a Entre Ríos, tenía una relación indiferente con la tierra
en que nací. Y sólo la lectura pudo hacerme ver otra cosa. Eso es clave, es
importante, me parece.
¿Mis profesoras de literatura, mis
padres, mi abuela, leyeron a Manauta?
Por eso quería escribir, ahora que
Manauta ha muerto y tenemos oportunidad pública de hablar de él y de su
obra. Podrían decirse muchas cosas sobre
su obra, sobre su cosmovisión del mundo. Pero yo soy mediador de lectura. Es
decir que mi oficio artesanal es construir puentes entre personas –a veces
chiquitas, a veces grandes- y libros. Por eso no puedo hablar más que desde ese
lugar.
En la UNER van a editar más
adelante un libro de poemas de Manauta del ’44 y sus Cuentos de nuevo. En el
sitio web Autores de Concordia está
subida “Las tierras blancas”. Ambos libros, sus cuentos y esta novela, están en
la Biblioteca Popular de la ciudad. Dentre, como dice Manauta al comienzo de
sus cuentos. Dentre. Ese gesto, ese abrir la puerta, es lo que tenemos que
multiplicar. Nada de discursos. Antes que eso, abramos la puerta.
Kevin Jones,
para Rio Bravo
Gracias por abrirme la puerta a la Manauta. Hoy a pedido de una alumna estoy empezando a leerlo, justamente "El llevador de almas".
ResponderEliminarGracias por abrirme la puerta a la Manauta. Hoy a pedido de una alumna estoy empezando a leerlo, justamente "El llevador de almas".
ResponderEliminar