miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ojos tristes

La tarde antes de la fiesta estuvimos hablando sobre él con una amiga. Hablabamos sobre su técnica a la hora de pintar. Y ambos coincidimos de pronto en que nos daba una sensación de tristseza, compasión o ternura. Remititmos nuestro recuerdo a aquella tarde en que estuvimos con él en la plaza, mientras pintaba. A mi me dijero que todos los fines de semana, la liga. Capaz que él busca pelea nomás. Además, mi hijo me contó que anda en la droga.
Nos miramos con un dejo de resignación. Sí, pienso luego de camino a acasa, su mirada me da ternura más que tristeza. Se ve un pedazo del mundo desde allí.
De a poco, las ocupaciones de la noche hicieron que olvidara el tema.
Amanecía y nuestra recepción había terminado ya. Aquel chico, (¿Cuántos años tendrá? Quince, dieciseis quizás...) estaba tirado sobre una silla a la entrada. No había reparado en su presencia durante toda aquella noche. No lo pude evitar, miré sus ojos directamente. Tratando de encontrar algo. O de reveer aquella ternura. Sus ojos parecían cruzados. Nos miramos. Estaba a punto de decirme algo, pero escapé por la puerta aprovechando la salida de un amigo.

Pienso en todo aquel episodio. Pienso en su poco importancia. Pero a su vez, me sorprende el no poder sacarme de la cabeza todo aquel tema.

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