miércoles, 12 de diciembre de 2012

Apuntes para mover un elefante (IX): Elefantes


Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento.
Elsa Bornemann, Un elefante ocupa mucho espacio

Desde Octubre me estoy dando un gusto enorme en Barriletes. Estamos haciendo un Taller de mediación de lectura, cosa que hace rato tenía ganas de hacer. La mediación de lectura es hacer, crear ocasiones para que otros se encuentren con lo poético en sí mismos y en el mundo. Para que, al decir de Rodari, “todas las palabras sean para todos”. Allí, en ese territorio de lecturas, se entremezclan muchas cosas: Las lecturas que nos reparan, las que nos construyen como sujetos, la búsqueda de sentido. Así cada jueves nos encontramos a pensar y jugar algunas cosas sobre lo poético y los otros.
Leer es importante no como practica que nos ayude a acumular saber, si bien esto es posible y legitimo, o como la sola apropiación de la lengua, cosa fructífera sí, sino que también nos tiene que ayudar una lectura –cuando es plena- a construir sentido sobre el mundo y sobre nuestras vidas. Por eso leer es mas que una practica, una actitud. La actitud de lectura ante el mundo es la de la constante y heroica búsqueda de sentido. Justamente sobre este último punto estuvimos trabajando el jueves pasado en el Taller: Buscar sentido.

Desde hace unos encuentros atrás, empezamos a trabajar con un escritor de literatura infantil bien enorme en su grandeza: Gustavo Roldán. Él se crió en el monte chaqueño, y escribió siempre siempre con animales. Gustavo supo decir alguna vez que escribía cuentos con animales porque “estos personajes tienen más permisos. Vivimos en un mundo lleno de prohibiciones, con demasiadas limitaciones sobre lo que se puede o no hacer, lo que se puede o no decir. Y de pronto, un piojo, un sapo, un coatí, escapan a la censura y marcan una distancia que me es muy útil para quebrar lo prohibido.”
Y me parece que sí que el mundo tiene demasiadas cosas prohibidas. Y más el mundo infantil, colonizado una y mil veces. Pero creo que también hay algo más profundo. ¿Viste que siempre para decir una verdad honda, profunda, hay que tomar otros caminos que el directo? ¿Se entendería el profundo sentido de esta Asociación Civil que crea esta revista hermosa que hoy leemos juntos si su nombre no fuera una metáfora: Barriletes? Las metáforas siempre me han llamado la atención por esa capacidad de decir que tienen. Y bueno, creo que los animales de Roldán son una metáfora. Ahora bien, como lectores debemos buscar sentido sobre ellos. Y así fue que el jueves pasado leímos varios cuentos suyos en busca de alguna pista de sentido en un personaje suyo: El elefante. Un elefante que aparece escapándose del circo, un elefante que sueña y no sabe cuál es su identidad. Unos bichos del monte que discuten entre sí para saber qué es un elefante. El elefante se repite en su literatura, y va adquiriendo más y más sentido.
Y ahora que noviembre está mediando y se desgaja en mañanas de sol no me queda otra que escribir sobre el elefante. No esperaba este año escribir estos apuntes pero aquí están. Y creo que todos necesitamos hacer este tomar distancia, hacer de la vida una metáfora y decirla. Porque solo cuando construimos nuestros sentidos sobre el mundo podemos actuar en el. El elefante, ese animal raro sobre el que tanto hablamos en el Taller del otro día, ha guiado cada una de estas páginas. Que un elefante ocupa mucho espacio, eso lo sabemos todos, pero ¿por qué ocupa mucho espacio? ¿Qué hace grande a un elefante?
Como de costumbre, la respuesta siempre está en el Otro. Es decir, en el que es otro que yo. Por eso elijo responder a esta pregunta que cierra estos apuntes de este año con la respuesta de otro. Así que le pediré a Juan que si hay lugar, por favor, coloque junto a esta nota un relato que escribió Hernán en el Taller de mediación el jueves pasado, donde al fin nos cuenta qué es un elefante y qué lo hace grande.
 Kevin Jones,
para Barriletes - Diciembre 2012
¿Quién conoce un Elefante?
Muchos creen que el rey de la selva es el León. Esta afirmación se da porque este animal es quien mata a otros animales de la selva, quien tiene privilegios a la hora de comer, quien piensa solamente en él, y porque cada vez que vemos al León este tiene la imperiosa necesidad de mostrarse superior con una mirada penetrante al horizonte.
El León se cree el animal más grande y poderoso de la selva, pero yo les voy a contar mi verdad: existe otro animal en la selva que es grandioso, y no es porque mate a otros animales, tampoco porque tenga privilegios o porque no comparta la comida.
Lo que hace verdaderamente grande a este animal no lo vamos a encontrar en el León.
El animal más grande y fuerte de la selva no necesita vivir demostrándolo porque esta seguro de sí mismo. Este animal sabe que su grandeza reside en su bondad, en su amistad, en su amor, en su ternura, en ser fiel a su manada y en seguir lo que él y la mayoría de sus compañeros decidan. Ir al río a bañarse, tomar agua, tirarse bajo las sombras de unos árboles, ir a comer hojas, estas son decisiones que las deciden entre todos.
A su vez es un animal de color gris, sabe que ser blanco o negro le niega la posibilidad de pensar otras cosas. Quizás el problema de ser blanco o negro sea pensar que si no se es uno, se es otro; después de todo puede haberlos verdes, amarillos, rojos, aunque la mayoría son grises.
Su tamaño es como el de ocho o diez leones, tiene una trompa larga con la que arranca las hojas para comer y posee unos colmillos de marfil que le permiten protegerse.
Este animal si quisiera podría castigar a todos los otros animales de la selva, pero sabe que eso le quitaría toda su grandeza y respeto; porque si de algo esta seguro es que el respeto de todos los otros animales libres es el que realmente vale y no el falso respeto de los que le tengan miedo.
Este animal grandioso sin pretensiones de rey es llamado Elefante.


Hernán Rebeque

No hay comentarios:

Publicar un comentario