sábado, 1 de diciembre de 2012

UADER: Una historia de luchas - Por Andrea Miño y Kevin Jones




La lucha protagonizada por los estudiantes de UADER es uno de los hechos políticos y sociales más sobresalientes de este año que terminará el mes que viene. ¿Cómo fue la participación docente en esta lucha? ¿Qué desafíos quedan? ¿Qué hizo que los estudiantes de la FHAyCS debatan problemáticas profundas y de raíz a diferencia de otras Facultades?
La Universidad Autónoma de Entre Ríos pareciera transitar la recta final para poder tener por primera vez, un Rector elegido legítimamente, cerrando así un capítulo de 12 años de intervención.

Hasta ahora, los pedidos de Normalización habían sido escasamente oídos o bien manipulados con todo tipo de estrategias y  artilugios. La toma del Rectorado que se efectuara este año por segunda vez, tuvo un rol fundamental, ya que la convocatoria y el reclamo se extendieron a toda la comunidad entrerriana.
Sin embargo, hace poco tiempo atrás el proceso de Normalización volvía a peligrar con la noticia del tratamiento en el poder legislativo nacional del proyecto de creación de una Universidad Nacional que, paulatinamente, iría consumiendo a UADER. Como dirían desde UADER, “se nos estaba haciendo elegir rector de una Universidad que pronto no existiría”.
Con una rápida reacción y un claro repudio desde el seno de la casa de estudios se logro frenar el proyecto. Aunque aquí frenar es una palabra demasiado esperanzadora. Si bien existió un anuncio público de parte del ejecutivo provincial respecto al retiro del proyecto, esto no significa que la creación de la Fermín Chávez no siga siendo un peligro latente o una nueva especulación sobre las elecciones del claustro docente.

Camino hacia un Cogobiero real

El Profesor Gustavo Artucio, candidato a consejero directivo docente de la Lista N° 21 “Por una Universidad Pública, Democrática y Autónoma” (de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales) enfatiza que la creación de dicho espacio tiene que ver con una reacción a lo que pasa en la  universidad en este momento, “donde más que ser una Universidad responde a directivas y lineamientos de lo que el gobierno quiere, perdiéndose así la esencia de lo que supone la autonomía universitaria”.
Por una Universidad Pública, Democrática y  Autónoma, al decir de Artucio, es un grupo que se ha formado alrededor de una idea y no de una figura. “Los otros se organizan en base a la candidatura de fulano o mengano. Nosotros primero estábamos debatiendo qué perseguíamos, cuál iba a ser nuestro objeto, nuestra propuesta. Estábamos debatiendo ideas, proyectos, somos un equipo que va a trabajar. No un rey que designa a los ministros”, comenta.
Para quienes integran y adhieren a la Lista 21, Artucio enfatiza que creen que la autonomía supone que “las decisiones se tomen dentro de la misma desde los consejos. Una vez lograda la normalización los consejos van a ser realmente representativos con decisiones compartidas poniendo en plena vigencia los principios de la Reforma: el cogobierno”.
La Universidad Autónoma de Entre Ríos involucra alrededor de once localidades con distintas carreras, localidades que son pequeñas y donde las posibilidades de acceder a estudios universitarios son prácticamente imposibles. La pretendida nacionalización implicaría la concentración de carreras en pocos lugares y prácticamente cerraría el ingreso de estudiantes de clase media baja que, al decir de Artucio, muchos son los primeros graduados universitarios de sus correspondientes familias. Pero no solo eso, la nacionalización implicaría el cierre de carreras existentes.

“Porque ya hay una universidad nacional en la provincia, sino no tiene sentido. O sea, ¿para qué querés dos universidades nacionales? Si hubiera sido lo mismo, nos hubiéramos incorporado a la otra. ¿Para qué vas a hacer dos? Una cosa ridícula, ¿no? Aparte no se pueden superponer carreras. La UADER tiene carreras que la UNER tiene, pero en lugares que la UNER no”, señala respecto al proyecto de nacionalización.

Propuestas desde el claustro docente

El Profesor Artucio sostiene que de caras las elecciones del claustro docente la  Lista 21 se propone respecto de la toma de decisiones y la forma de gobierno “que realmente la universidad sea universidad, que las decisiones sean tomadas por los cuerpos colectivos, donde realmente haya un cogobierno”.
Mientras, respecto a lo académico se señala la necesidad de desarrollar las líneas de investigación y extensión que, a juicio del grupo, “no han sido desarrolladas”. A su vez, sostienen que “no hay una política académica acorde para hacer un buen trabajo de investigación, un buen trabajo de extensión. Para esto también planteamos la articulación del trabajo en las aéreas comunes de las carreras, como por ejemplo en aquellas carreras donde su cantidad de alumnos no permiten armar equipos de cátedra, si vos tenés las cátedras comunes a más de una carrera al menos elegí por cátedra horizontal para que pueda haber un trabajo de investigación, un equipo para trabajar en esa cátedra”.
“Se hizo mucho de Investigación en la parte educativa, pero nada más. Error también producto de una conducción concentrada en docentes de Ciencias de la Educación. No somos la Facultad de Ciencias de la Educación, más allá de que eso es necesario dentro de las carreras docentes. Pero también tenemos carreras como Historia donde hay que hacer investigación disciplinar y profundizar en otros aspectos. Y también responder a las necesidades de la sociedad”, nos dice a propósito de investigaciones realizadas en la Universidad.
Todavía se evidencian prácticas académicas del viejo Instituto del Profesorado. La investigación y extensión como fundamentos de una universidad estarían faltando.
Producto de la intervención que ha sufrido la universidad hay diferentes consecuencias. Artucio señala, respecto a la formación de docentes que no hay un manejo coordinado en la formación de docentes para todos los niveles. Estas debilidades, dice “son producto de los doce años de estar intervenida”.

Un tema de plata

“Cuando sea autónoma, normalizada, ellos van a entregar la plata y las autoridades de la Universidad van a ser quienes decidan qué se hace con los fondos. Y ese es el problema, el núcleo. Va a ser la Universidad la que va a elaborar su presupuesto, va a establecer las prioridades, y va a decidir cómo invertir esos fondos”, dice Artucio mientras se lamenta de que en el fondo sea un problema de dinero. “Lamentablemente, se asignan 400 millones para hacer un mega-estadio. No es por nada…Tiene que ver con las prioridades”.
Esto implica también una concepción errónea de la educación universitaria, donde se la ve a ésta como un gasto.

Las implicancias de la nacionalización

La histórica intervención de UADER ha pasado por muchos momentos y cuando parecía llegar a su fin, un grupo de docentes decide recurrir a la justicia pretendiendo frenar el proceso de Normalización, alegando no haber concursado como docentes ordinarios y como si fuera poco, una vez sorteado este obstáculo salen a la luz un proyecto inconsulto de la actual intendenta de Paraná, Blanca Osuna, pretendiendo nacionalizar la Universidad y otro pretendiendo crear una nueva Universidad, Fermín Chávez, sobre la base de la actual UADER.
Para Artucio, “El proyecto inicial hubiera sido más difícil de cuestionarlo. Porque el proyecto inicial, de Blanca Osuna, más allá de que era inconsulto, transfería la Universidad  respetando todo lo hecho hasta el momento. Entonces la UADER pasaba de ser un gasto provincial, a ser un gasto nacional. Supuestamente, las autoridades que surgieran iban a pasar a ser autoridades de la nueva universidad.”
Con la creación de la Universidad Fermín Chavez, se iban a elegir autoridades de “una universidad residual hasta que se resolviera qué pasaba. Era un mamarracho. Nos hacían elegir decano de una UADER en liquidación” sin decir qué pasaría con las carreras y con los docentes concursados. “Iba a ser el problema después con las otras universidades, porque el presupuesto es uno solo y se distribuye entre todas. Nosotros íbamos a tener que entrar a repartirnos un pedacito de la torta que destinan a las universidades nacionales.“
A ese presupuesto iba a ingresar “UADER, que es un monstruo, porque la UADER es un monstruo –una universidad con veinte mil estudiantes, cifra a la que muchas universidades nacionales no llegan ni a la mitad-, con un presupuesto bastante elevado producto de la cantidad de alumnos que llegan. Una monstruosidad. Uno veía el presupuesto y no era tampoco una exageración, pero a los otros les molestaba porque eso iba a entrar a quitarles a ellos. Nosotros sabemos que en el CIN había cierta oposición. Después, terminaron arreglando con la UNER. Por eso sale ese proyecto hibrido, incluso la UNER iba a formar parte de la liquidación de la UADER. La representación de la UADER iba a ser uno contra siete.”

La emergencia de un actor político sin precedentes en la provincia: el rol de los estudiantes

El rol de los estudiantes respecto a todo el proceso que se viene gestando hace tiempo en UADER, no tiene precedentes en la provincia. Las discusiones políticas, las intervenciones estéticas, el estudio de las políticas y estatutos universitarios, hacen de este proceso un caso único. La emergencia de un actor político desvinculado de los grupos de poder, con sus propias reivindicaciones y sin ningún tipo de clientelismo, hacen de este grupo algo singular y que merece al menos la atención.
“Yo siempre digo, los que lograron la normalización, nosotros acompañamos pero éramos menos, son los estudiantes. La movida de la interclaustros, el grueso, eran los estudiantes. Nosotros estábamos algunos, porque los colegas, salvo algunos, son muy duros de mover. Es como que se quedan haciendo la plancha, esperando a ver qué pasa. Sí empezaron a reaccionar cuando vieron el proyecto de nacionalización, porque ya veían que  peligraba la universidad. La cuestión de ‘vamos a ser nacionales’ a muchos les caía bien, pero cuando vieron cuál era la realidad, que nadie tenía garantizado pasar a ser parte de esa universidad nacional, que no sabían lo que iba a pasar, ahí reaccionaron. Pero la movida de los estudiantes es la base. Eso que estos chicos han empezado acá….están discutiendo la reforma del estatuto de la Universidad. Quieren ser parte del gobierno de la universidad, asumir su rol, que les da la ley. Realmente sorprende.”
Se puede pensar este proceso de lucha como una reacción al autoritarismo vivido en la Universidad: “Acá era evidente que ellos ven cómo una persona frustra o manda frustrar todo lo que ellos generan. Entonces reaccionan. Pero ya lo hicieron en su momento cuando hubo una movida anterior, que los concursos se frenaban, que no había concursos ordinarios. También fueron los estudiantes los que participaron de esa movida exigiendo la realización de los concursos ordinarios.”
Las autoridades que surgen de una Universidad normalizada surgen del consenso de estudiantes, docentes, graduados y de todos. Como dice el profesor, “no es que nosotros después elegimos solos las autoridades, el Decano, el Rector. Los estudiantes no quieren ser meros observadores, quieren participar en ese proceso. Están atentos a quienes son los candidatos, quienes son las figuras. Quieren ver los proyectos. Y se están manifestando. Es como si en la UADER se mamara esa historia de este tipo de cosas: que los estudiantes tienen que ser protagonistas.”

Las estrategias mediáticas y la telaraña política

Desde el gobierno hubo una movida en algún momento donde  hubo gente que quiso arrogarse el triunfo de la firma del acta que fijaba fecha para la elección de las autoridades. Incluso  AGMER Provincial salió, con otros sectores como Descamisados, a arrogarse “él mérito”. Sin embargo “la firma del acta se hace porque los gurises estaban tomando rectorado”.
Pero eso no fue todo, oficialmente y en “soledad”, como pregonaban algunos medios, se vuelve a empañar el camino que comenzaba a transitar el proyecto de la creación de la Universidad Fermín Chávez, cuando el gobernador de la provincia sale a decir que ha retirado el proyecto.
Y esto merece atención: “No es que el gobernador decide ‘Lo retiro’ y lo retiró. Un proyecto presentado en la cámara, que es lo que nosotros explicamos, tiene todo un proceso para retirarlo. El proyecto yo no sé si ha sido retirado. Porque tiene que entrar un pedido para retirar. Si no tiene que vencer el período legislativo actual para la caída del mismo. Si no se trata en este período cae. Pierde vigencia. Pero el retiro de un proyecto lo tiene que hacer otro legislador del mismo rango, si es que no está el autor, que lo retire. Se tiene que votar, porque estaba con despacho de comisión. No es que el gobernador decide retirar y se retira, nosotros vimos el Reglamento de la Cámara de Senadores. Porque ya el cuerpo votó, y mandó el proyecto a comisión. Es del cuerpo, no del autor. Ahora el autor tiene que pedir retirarlo y el cuerpo tiene que resolver retirarlo. A menos que no lo traten. Por eso decimos que está latente el tema. Nosotros no sabemos si no lo van a tratar. Sí, ha habido versiones que han dicho que el tema de la nacionalización está como guardado en un cajón, esperando. Tal vez no sea el mismo proyecto, porque saben que con ese proyecto generan reacciones. Pero hay algo para sospechar. Porque sabemos que el gobierno no quiere gastar plata en educación. Mirá la situación de las escuelas. Las escuelas es desastroso el estado en que están”.

Las proyecciones pos elecciones

“Por supuesto que la responsabilidad de los que nos toque será llevar nuestra voz ahí, a esos organismos colegiados, tratar de lograr los cambios que nosotros queremos. Habrá que ver si conseguimos que nos acompañen, ese es el tema. Tal es el debate en Humanidades. Nosotros estamos armando una lista con gente que responda exclusivamente a la asamblea interclaustros”, señala Artucio en medio de una Facultad donde la indiferencia no está de moda.
A su vez, señala que la realidad de Humanidades no está en todas las facultades. Por ello es necesario preguntarse, “¿hasta dónde vamos a poder generar nosotros los cambios? Eso va a depender del acompañamiento que tengamos de los demás, entrarían en juego los estudiantes también.”
“Nuestra obligación será llevar el debate. Ojalá hubiéramos podido tener elecciones simultáneas, para haber hecho una lista de los interclaustros en los distintos cuerpos, docentes, graduados, administrativos, estudiantes. Entonces, hubiéramos podido armar una lista, con gente que responde todos los claustros. Hoy no se puede hacer porque ya están hechas las elecciones, cuando no estaba la interclaustros, y después se armó todo cuando suspendieron la normalización. Pero, estaría bueno aunar políticas entre los organismos de cogobierno. Eso es cogobierno.”, define.
“Somos defensores de lo que es la Reforma, tenemos que permitir que los estudiantes participen y aporten conocimiento, tenemos que trabajar con ellos. Es lógico eso, si todos queremos el bien de la universidad tenemos que trabajar todos juntos. Pero hay mucho miedo. Hay que ver qué pasa. Es una prueba de fuego”, dice Artuccio para finalizar.
Mientras tanto, creemos que como estudiantes, militantes y entrerrianos, nos debemos el pensar este proceso.

Para Río Bravo,
Noviembre 2012

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