a corregir las sinluces encrucijadas del alma
ésa que de seguro nos existe, pero que duele
en algún lugar que se encierra detrás de los ojos
vida mía, alma mía... te quiero con todos los nombres
que resista la pila bautismal. Somos sueño
efímeros somos, aquella caricia
apenas robada, hace tanto tiempo,
pero que aún quema
ningún poema nos dirá como abrir una puerta
sólo nos pondrá miel en la boca
para nombrarla
Naucan Figueroa
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