domingo, 27 de mayo de 2012

Apuntes sobre Historia Oral y otros conceptos para la experiencia de trabajo en La Boca:


Las visitas que hemos hecho al Barrio nos han ubicado en un lugar diferente de aquel en el que comenzamos. Un lugar que de cierta manera nos obliga a parar y pensar las implicancias de lo que haremos. Por ello se vuelve necesario que veamos ciertos conceptos generales que se han establecido sobre la Historial Oral.
Según he estado leyendo, su origen conceptual fue en la década del ’30. Se origina en relación con buscar métodos que enriquezcan y en cierto modo compliquen el trabajo del historiador. Compliquen en el sentido de que agregan una nueva visión al campo estudiado.
Según explican Meyer y Bonfil, su auge está relacionado a la falta de registros escritos en lo que va de siglo. Nuestra vida actual no acostumbra enviar cartas, tener diarios íntimos ni otros modos de registrar la cotidianeidad. Esto hace que muchos recuerdos y testimonios corran el riesgo de perderse.
Ahora corriéndonos de lo general, pasemos al caso particular del lugar en que estamos trabajando. Lo relatado en casa de Liro durante la primer visita que hicimos allí, nos sirvió para saber que La Boca no solo tiene un relato de exclusión, sino que sus habitantes son conscientes de ello. Eso nos da otro contexto. Cito aquí algo que estoy seguro les parecerá interesante. Se trata de una cita de Ronald Fraser sobre las falencias de la Historia que hacen nacer a la Historia Oral como ‘historia desde abajo’. Leámoslo y díganme si no pareciera que este tal Ronald hubiera visitado La Boca con nosotros:

Bastaba, basta, que hable la gente que no tiene voz histórica, basta que por medio de sus propias palabras devolvamos su historia a aquellos que no dejarían constancia de su vida de ninguna otra forma. Como reconoce el mismo Hobsawn esta forma de Historia oral puede dar como resultado libros apasionantes, pero no libros de historia. Necesitamos saber, como él dice, no sólo qué paso, sino por qué pasó. 

Aquí tranquilamente podríamos decir que nosotros no somos historiadores. Pero el punto es que la situación amerita que ocupemos ese rol lo mejor posible. De otra forma, ¿qué sucederá con la historia de Liro? ¿O con las perspectivas de futuro del pescador? Acá entramos en juego como voluntarios, activistas, militantes.
Así que estando así las cosas, nosotros como estudiantes generaremos nuevos saberes a partir de la creación de nuevas fuentes históricas. Recordando que tenemos el deber de cuestionar, transformar, crear conocimientos.
Ya que estamos trabajando con personas, Fraser toma un término más humano: Llama a estas nuevas fuentes las Narraciones de vida. Y, (Oh casualidad) agrega que estas fuentes suelen ser creadas “entre grupos sociales que han sido privado –o que no han tenido acceso a la posibilidad de crear sus propias fuentes: en general las clases o grupos no hegemónicos.”
Ahora, ya conscientes de la necesidad de recuperar esta historia, podemos pensar qué se pone en juego en la grabación que Dulio tiene en su celular de la señora del otro día. ¿Su narración que tiene? Se puede decir que en cierto punto está intervenido –y hasta limitado- por lo que nosotros preguntamos, el modo en que nos presentamos, los objetivos que explicitamos. Mientras que por otro lado también están los desvíos de la charla por parte de la persona entrevistada. Como cuando nos dice lo de la droga. Es por ello que la grabación es una creación conjunta, dentro de la cual nos es imposible objetivarnos y mucho menos creo que lo quisiéramos.  Se trata también de las vivencias de una persona en singular, y de lo que ese narrar en primera persona lleva consiga que es la subjetividad.
Bueno, acá hay todo un debate sobre el tema. Un debate que no sé hasta que punto es necesario para nuestro trabajo. Por ello planteo la pregunta de cuál será la manera en qué la subjetividad entrará en nuestro trabajo. Creo que algo de eso había cuando el miércoles pasado queríamos buscar y hablar con gente que no fuera de los Lucero. Es decir, somos conscientes de que lo narrado por esa familia tiene su subjetividad. Pues parece ser que de lo que se trataría es de identificar los elementos subjetivos, y ver en qué medida esos elementos expresan el sentido de sí mismos dentro de lo narrado.
Y así ver cómo ese individuo que habla en singular, se articula con su contexto. Cómo se revela en lo que dice su contexto cultural, para transformar su historia cultural en una historia colectiva. Todo esto es posible porque cuando alguien narra su vida está poniendo en funcionamiento todo un sistema de representaciones. Y es por eso que no al pedo se habla de Narración. Las narraciones, cuando tomamos un cuento por ejemplo, tienen desde un análisis estructuralista una estructura, un sistema, en que las cosas cumplen cierta función para ese sistema. Acá se trataría de algo así, pero sin las fallas que el estructuralismo tuvo para analizar los cuentos. Es decir, tenemos el desafío de buscar en esas narraciones de vida que simbolizan tales cosas, pero sin volvernos automáticos.
He aquí la necesidad de que nuestro trabajo tenga en cierta parte toda una búsqueda de los hechos históricos, sus porques, una búsqueda del relato silenciado; y por otro lado tenga lo que en la reunión pasada llamamos “mística”. Simplificando: No podemos pensar este trabajo como un Censo, o como un completar los vacíos de la historia de La Boca. Debemos ser conscientes de que necesariamente tiene que ir más allá de eso.
Cito ahora a alguien que bien nos puede aconsejar sobre esto:

La importancia de las fuentes orales consiste no tanto en su observación de los hechos, sino en su desviación de ellos, en cuanto permite que la imaginación, el simbolismo y el deseo emergen. Y estos pueden ser tan importantes como narraciones factualmente ciertas. 

Volviendo sobre lo de Narraciones, creo necesario que aclaremos que hablamos de narraciones por el lugar que ocupa estos elementos (imaginación, simbolismo, subjetividad) en ellos, no son testimonios de vida por lo tanto.
Por eso es tan importante recuperar los hechos, como significarlos.
¿Qué significado tiene la separación con Alto Verde? ¿Qué lugar ocupa en la narración de quienes allí habitan? ¿Por qué eligen desviarse hacia ese tema? ¿Qué significa ‘droga’ en la boca de aquella señora esa mañana? Y más lejos aún: ¿de qué nos hablaba Liro cuando dice ‘política’? ¿O aquel primer día en que Melina decía ‘porque yo no tengo estudio’? O, ¿qué significa ‘Universidad’ para ella?
Fraser cita algunos ejemplos. Cuenta el caso de una pequeña ciudad en la cual había ocurrido un hecho histórico: el asesinato de un trabajador por parte de la policía italiana. El hecho había ocurrido en marzo de 1949, mientras los obreros salían de la siderúrgica local para participar en una manifestación contra la OTAN. En la memoria colectiva, el hecho era recordado –y narrado- como si hubiese ocurrido en 1953. Se comprobó, a través de sucesivas entrevistas, que no era un fallo en la memoria de alguien o de algunos. Sino que se trataba de algo colectivo. Sucede que cuando el hecho ocurrió en 1949, los obreros no hicieron nada para contrarrestar lo sucedido. Y para ellos, como comunidad, el ‘no arrugarse frente a la policía’ era un valor casi fundamental. Por ello, era mejor ubicar el hecho en 1953 cuando los despidos masivos hicieron que hubiera revueltas, los obreros reaccionar y enfrentaran a la policía en medio de una lucha callejera de varios días. ¿Una mentira colectiva para quedar bien? Pues sería lindo pensarlo así, sin embargo se trata de un hecho relativo a nivel simbólico y psicológico. Solo doy este ejemplo para que veamos la complejidad del hecho ante el que nos encontramos.
Por último, una de las cosas que me parecen más importantes, y que propongo como paso a seguir. Se habla de que un modo de investigación puede tener tres fases:
-Exploración de relatos de vida donde se pueden encontrar descripciones y temas constantes.
-Analizar y reflexionar sobre esas constantes. Seguir entrevistando y buscar la reflexión conjunta sobre estos hechos. Hasta llegar a una saturación, hasta que veamos que se cae sobre el mismo punto. Allí tenemos un fenómeno.
-Destruir el fenómeno. Buscar los relatos que contradicen este fenómeno. Así se llega a una visión contundente del hecho.
Esto es solamente, lo que un teórico dice sobre las formas de revivir una historia oral, de recuperarla, de escribirla. Quizás nos puedan servir como una dirección por donde ir. Quizás no.
Pero esto no deja de ser lo que Miradas ha sido en este mes que tímidamente hemos pasado. Para mí ha sido Mística, como dijo Dulio, hermoso, como dijo Mile. Y ha sido tomar este desafío. Digamos que, este es el punto en que estamos parados.


2 comentarios:

  1. Hola! Es muy importante esta tarea. Además Ronald Fraser es muy indicado para leer. Yo que lo conocí me sentí muy identificada con su manera de investigar.
    Me gustaría contactarme con ustedes.
    Les dejo la página de nuestra Asociación, por si quieren sumarse: web www.otrasmemorias.com.ar
    y el portal educativo del Programa de Historia Oral que coordino.http://campus.almagro.ort.edu.ar/cienciassociales/historiaoral

    ResponderEliminar
  2. Dale....Ya me pondré a ver con detenimiento los enlaces....Espero podamos estar en contacto, nosotros recien estamos empezando y viendo por donde ir.

    Abrazos!

    ResponderEliminar