martes, 4 de septiembre de 2012

Gritos e Islas / Dos poemas Cristina Villanueva

Ceguera
Entrelazar los dedos,
besarse,
hablar del amor
(como si la imagen fuese una sola)
para separarme del mundo.
¿Ignoras todavía que no soy una mujer,
sino muchas mujeres,
en busca de otros tantos hombres?
De Isla e interior (Septiembre de 1967)


Habitación
Estaba abandonado el desnudo de tu piel
en la oscuridad de este refugio que he levantado
sin los muebles familiares,
ni portarretratos.
Un lugar para mirar la noche boca arriba.
Una noche sin orillas,
por sobre los edificios,
en la llanura donde pacen lentas vacas amarillas.
Donde se pueda tender una escalera de telarañas
y llegar hasta los animales blancos de la lluvia
que aguardan con la boca abierta las terrazas.
Esta es mi trinchera de barcos de papel,
donde mis armas son las letras y recortes de figuras
en forma de pájaros.
Y no espero un lugar donde la muerte me encuentre acompañada.
Ni amueblar una casa para los ajenos.
Sólo quiero un rincón donde comer una galleta
y un retablo pequeño, donde quepan dos cuerpos.
De Poemas para el grito (Septiembre de 1967)

Ilustración:
Tristan Tzara
L'Antitête. Le Désespéranto, 1949

de Joan Miró


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