sábado, 1 de septiembre de 2012

Los Cuerpos de Delegados, Los Cuerpos Colectivos

En el proceso de reforma del Estatuto del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, corre riesgo de ser eliminada la figura del Cuerpo de Delegados de nuestra vida estudiantil universitaria.

¿Qué importancia tiene que exista un Cuerpo de Delegados? ¿Cómo actúa un Delegado dentro de la estructura de un gremio, por ejemplo? ¿Qué sentido político tiene defender la existencia de un Cuerpo de Delegados en nuestra Facultad?

 A comienzos del año pasado, conocí a una Delegada de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Maestra jardinera, Araceli se había acercado al Gremio cuando estaba cursando una Licenciatura en Ciencias de la Educación en Parana. Esta maestra de mi pueblo, Seguí, comenzó entonces a introducirse en los debates que hacen a la vida gremial. Debates en los cuales fue tomando posturas.
Le pareció entonces que el espacio gremial puede funcionar como espacio de encuentro, de construcción colectiva de poder. Más aún tratándose de trabajadores de la educación.
Por ello se convirtió en Delegada de su escuela, la Escuela Primaria pública de nuestra localidad. La conocía en ese camino. Desde allí hemos caminado algunos pasos juntos. Encontré en ese caminar un trabajo compartido, y la inquietud de visibilizar debates, problemáticas y desafíos que hacen a la Educación en nuestro pueblo. Ambos tomamos una postura militante ante el gremio, y trabajamos en pos de ello.
Actualmente, hacemos juntos un Taller, y planificamos actividades en camino a la creación de un espacio gremial en nuestro pueblo.
Cuento esto porque creo en la figura del delegado, y este texto tratará de ser un breve inventario de las razones por las que así lo considero.


El delegado, aquella figura gremial...
La tarea del delegado -advierte algún "Manual del delegado" por ahí- es una de las tareas quizás más comprometida, estimulante y exigente. Tres aspectos de una tarea que parecen no corresponder con las funciones que imaginamos un Delegado posee.
Sin embargo, podría decirse sin temor a equivocarnos que el Delegado representa la base de una estructura gremial, y, más aún, de la democracia de esa estructura gremial. En gran medida porque es la representación directa de sus compañeros. Trabaja junto a ellos, vive las mismas vicisitudes que estos y, en fin, es quien está presente día a día. Más importante aún resulta el hecho de que sus compañeros depositen confianza en él para cumplir esta tarea. El delegado, en el Gremio, se vuelve un representante -por tanto, líder-, un promotor, un educador, un protagonista de mediaciones, conflictos y soluciones.
Ser Delegado comprende entonces un compromiso ético para con los demás trabajadores. Implicando así la conciencia que ese grupo tiene en tanto Trabajadores organizados. El Delegado es la figura visible de esta toma de conciencia, y, por ello mismo, se hace ineludible la dimensión política del rol que ocupa.
Entonces, ¿el Delegado es un Militante? Todo depende, creo, de lo que entendamos por Militante. El Delegado es en sí mismo un Militante de los derechos de sus compañeros. Ha asumido ante ellos un compromiso, una convicción con respecto a la tarea que desempeñará. El Delegado así, como un militante gremial, se convierte en un eslabón que fortalece y democratiza la vida gremial. Para ello, los delegados reciben en cada gremio capacitaciones, promueven iniciativas, conforman asambleas y elevan proyectos.
El Delegado no es entonces solo un mediador de conflictos o alguien que acerca los beneficios del Gremio o del Sindicato.

La gente de ATEN  Nequen sostiene en su Modulo de Formación referido a esta figura: "No creemos que los problemas de los trabajadores estatales (y  no estatales) puedan resolverse “delegando” en otros nuestra representación sino generando una organización amplia, participativa y profundamente democrática, protagonizada POR TODOS LOS TRABAJADORES. De ahí que nuestra tarea como delegados se base fundamentalmente en multiplicar la participación de todos y organizarla."

Los cuerpos de delegados en la Universidad:
Mendoza, Año 1969, plena Dictadura de Ongania. El 29 de mayo de ese año, cientos de estudiantes habían sido reprimidos con gasees, en la primer jornada de represión de una violencia hacia los estudiantes que no se detendría. Para febrero del ´71, los estudiantes a nivel nacional manifestaban su repudio al "limitacionismo" en el ingreso a la Universidad. Se puede mencionar que en medio de estos acontecimientos nacionales, en Cordoba el Consejo Académico eliminó examen de ingreso implemento el año anterior. Obteniendo por todo resultado su inmediata intervención.
Los estudiantes comenzaban a pensarse como Movimiento.
La década del '70 estaba comenzando, y los estudiantes comenzaban a politizarse. Entonces, surge el cuerpo de delegados.
Entendemos el contexto de los '70 como una instancia profunda de la vida política universitaria y sumamente complejo. Por ello no recurriríamos a este contexto en este texto de no ser por la relevancia que el Cuerpo de Delegados nacido en Cuyo tuvo en la politización del Movimiento estudiantil.
Un cuerpo de delegados que sería luego modelo para la propia UBA. Y con el surgimiento del Cuerpo de delegados, surgía el amplio debate sobre cómo debía organizarse el Movimiento estudiantil. Los estudiantes, a través del cuerpo de delegados opinaban y eso hizo posible el debate.

Conclusiones y preguntas
En realidad podríamos a hablar mucho sobre la figura del Delegado. Sin embargo lo que nos convoca aquí es el debate que se ha generado -¿se ha generado o ha sido solo una discusión a puertas cerradas?- en torno a nuestro Estatuto. Los Cuerpos de Delegados, como hemos observado, cumplen una función imprescindible para la democratización de nuestra Universidad. Pero no es ese el único o más importante motivo por el cual debamos defenderlos. Los delegados asumen una dimensión politica dentro de la Universidad. Porque queremos ser actores políticos de nuestra Universidad, ¿no?
Al fin y al cabo la discusión sigue siendo si queremos un Centro de Estudiantes politizado en el que poder debatir, proyectar, discutir y ver cómo nos organizaremos como Movimiento Estudiantil o si queremos que siga siendo el sitio donde preguntar dónde queda el Departamento de Letras.
Personalmente, provengo de la Militancia gremial y creo sinceramente que la estructura gremial, con sus defectos y desaciertos, nos da una ejemplar lección de democracia y horizontalidad. Es esa estructura la que me permite a mí estudiante actuar dentro del gremio, formar parte de su vida y la que permite que junto a la Delegada en la Escuela Pública de mi pueblo podamos construir espacios gremiales que fortalezcan la democracia de nuestro pueblo y la Escuela Pública. La existencia de una Secretaria Gremial en nuestra Facultad nos debería permitir pensar estas cuestiones, y abrir debate en torno a ellas.
Como estudiantes debemos preguntarnos hacia donde vamos. Y para ello aquí les digo de donde vengo. Y del lugar del que vengo, el Delegado es la figura mas horizontal que conozco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario