martes, 20 de noviembre de 2012

para hacer ese té gasté el último fosforó


de la caja que compré al llegar a Paraná
en febrero

yo había acabado
pero él no

me dijo que no había problema
que ya estaba encantado

insistió en besar mi cuello
así que le dejé

estuvimos así un rato
acostados como si
de repente
fueramos amigos

desde algún lugar le dije
por cam parecías más alto
y enseguida
sabes
no debo faltar a la hospitalidad

¿quieres un té?

ambos tomamos nuestras tazas en el suelo

mientras lo hacía
le pregunté desde la cocina
con el agua ya hervida

-No entiendo por qué viniste si sabías que nada pasaría.

-Vine para confirmar que existís.

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